Y llegó la primavera a Fermoselle...

Y llegó la primavera a Fermoselle...

El pasado sábado realizamos – tras muchas dudas a causa del parte meteorológico- la salida a los Arribes del Duero desde Fermoselle. Tuvimos muchísima suerte: nos hizo buenísimo. El clima perfecto para disfrutar de una caminata desde Fermoselle hasta el “Mirador de las escaleras”.

Tanto os gustó la rutilla y tan animados estábamos, que decidimos alargar nuestro camino por un sendero un poco más “dificilillo” y acercarnos a tocar – algunos literalmente – las aguas del Duero. El camino, aunque requería más esfuerzo, nos recompensó con creces: la primavera había llegado ya al Parque Natural y pudimos gozar de toda fuerza de la naturaleza: flores, aves, árboles, pequeños insectos… Un verdadero recorrido de colores, sonidos y aromas.

Para los que vamos habitualmente a las salidas del Grupo de Montaña fue muy reconfortante ver tanta carita nueva en esta ocasión. Y creemos que disfrutaron tanto como nosotros. Los pequeños nos dieron, una vez más, una lección aguantando como unos jabatos el camino. En realidad, mucho mejor que los más veteranos.

Tras la marcha hubo de todo: una apacible comida campestre en los alrededores de la Ermita de Santa Cruz, un buen rato de juegos y descanso… y después, marchamos a visitar Fermoselle, guiados por dos socios del Grupo de Montaña –Belén y Eloy– que sirvieron de cicerones por su pueblo, con la ayuda de su hija Irene y de otro de los participantes, Carlos, cuya familia también resultó ser de allí. Vimos la Casa del Parque de los Arribes del Duero, una bodega típica de la zona y lo más representativo del conjunto histórico–artístico de la villa.

Como decíamos: un día fabuloso con mucha gente estupenda. Dejamos muchas anécdotas divertidas en el tintero, quien estuvo lo sabe; si queréis saber más…

¡¡¡APUNTAOS A LA PRÓXIMA!!!

¡Ah! Y ojalá repitáis los nuevos…

¡Muchas gracias a nuestros fermosellanos de excepción! ¡Tenéis un pueblo precioso!